En la pasada entrega nos referimos al proceso de toma de decisiones, el cual es el más importante dentro de todas las organizaciones, y sus posibles causas.
En esta entrega exploraremos la variable más crítica del proceso, el cual es el riesgo, variable que se transforma en miedo y tal vez en pánico al no ser valorado holísticamente.
Nos queremos referir a una valoración integral que sopese de un lado las ganancias a las que se renuncia en caso de no desarrollar la oportunidad y de otro lado la mitigación de los riesgos previsibles para minimizar la probabilidad de fracaso.
Sobra decir que el miedo tiene varias causas, entre ellas:
- Falta de conocimiento
- Predisposición genética
- Apego a la zona de confort
Todas ellas poco bien recibidas en el mundo empresarial y en general desdicen de la capacidad gerencial de quien las padece.
Algunas de las decisiones que he visto tomar frente a este tipo de incapacidad es la de salir de una industria, abandonando completamente el deber ser de su gestión gerencial el cual es permanecer y crecer y en este caso que es del sector público abandonado la misión de la compañía.
Retomando el riesgo tenemos que la mejor evaluación debe tener en cuenta
- Riesgo de mercado
- Riesgo de competencia
- Riesgo de proveedores
- Riesgo de obsolescencia
- Riesgo de escalamiento
Todas ellas se deben evaluar y tomar los planes de contingencia pertinentes para minimizar dicho riesgo. Para cada caso se deben desarrollar estrategias y aplicar metodologías que nos permitan el mayor conocimiento y la validación de nuestras hipótesis o la negación de las mismas en forma temprana para no incurrir en gastos ni inversiones innecesarias.
Lo anterior lo plantea la metodología del Design Thinkin, la cual se basa en diseñar centrado en la necesidad del cliente, probar rápido o fallar barato y llevar al mercado productos con alta probabilidad de éxito comercial.
Finalmente, al ver las cifras de la gran encuesta Pyme Lectura Regional Vemos que la mayoría de estas empresas, por encima de un 60 % no realizan actividades innovadoras relevantes, salvo certificaciones de Calidad o ambientales obligadas por la legislación.