Estamos comenzando un nuevo año, probablemente uno de los más singulares de los últimos 70 años, todavía inmersos en los efectos de la pandemia, pero tratando de sobrevivir el ascenso al nuevo normal mediante protocolos de bioseguridad y en algunos casos un poco de innovación en los modelos de negocio de la antigua normalidad.
Como siempre se ha dicho cada negocio es un universo de posibilidades en donde existen reglas para el éxito, descritas desde diferentes puntos de observación o dimensiones como prefiero llamarlas. Algunas de ellas que ahora empiezan a volverse populares dentro de la literatura administrativa, estar centrado en el cliente, despliegue de una estrategia corporativa, Propuesta de valor basada en las necesidades del cliente, Modelo estrella organizacional y cada uno de los principales autores que proclamaron o al menos divulgaron cada uno de estos temas.
En este siglo ha sido más o menos claro que hemos cambiado algunas de las reglas y básicamente es tercer milenio nos invita a seguir el método proyectual, más comúnmente llamado design thinking, un método que busca identificar rápidamente oportunidades en las necesidades del usuario y validarlas a través de la prototipación para una vez corroborado que se vende aplicar el ciclo, propuesto por Steve Blank en los 4 pasos de la Epifanía.
Una primera fuente de innovación la da la misma pandemia y la condición de resiliencia, las condiciones para volver a ganar la confianza y la credibilidad de nuestros clientes, empleados y proveedores nos proporciona más de nueve dimensiones de exploración de innovaciones.
Una segunda fuente la llamaremos colateral a la pandemia y el cambio de hábitos eso que llamamos nueva normalidad, cuántas cosas cambiarán, vivir en las afueras, huir de las ciudades, teletrabajar, son cosas que probablemente llegaron para quedarse, y aunque antes ya se insinuaban e inclusive existían la pandemia catalizó muchas de esas señales débiles y las convirtió en tendencias.
La tercera fuente de innovación siempre será el análisis de las necesidades del cliente, esas tareas que requieren hacer y nos pagan por que las hagamos y el concepto de resegmentar, esto es entendiendo todos los Jobs To Be Done que hoy requieren nuestros clientes y cómo podemos reagruparlos para configurar nuevos segmentos a partir de homogeneidad de necesidades, comportamientos y elementos que le creen valor al cliente de nuestros clientes.
Claro que existen muchas más fuentes para buscar innovación en una organización empresarial, como mejoramiento continuo, temas de productividad, introducción de nueva tecnología, pero el interés que quiero explorar son las fuentes de innovación orientadas al crecimiento, para ellos todas las anteriores fuentes nos arrojarán unos prospectos de proyectos, que deben ser evaluados con una máquina de criterios que privilegie el crecimiento, para que nos dé como resultado una lista de atractividad o elegibilidad para para ejecución, ejecución que es al final lo único que nos permitirá crecer. A este conjunto de actividades, con sus correspondientes decisiones para sacar o incluir proyectos es lo que llamamos gestión de la Innovación.
Nos queda solo a manera de constancia que este ejercicio debe estar conectado totalmente con el de estrategia, en realidad más bien ser un apéndice de él, para que los resultados del proceso de innovación sumen a la estrategia de la corporación y le brinde la oportunidad de renovarse y no caer en la obsolescencia de su quehacer empresarial.
Con este blog hacemos una invitación al crecimiento de los negocios, como siempre se ha dicho cada negocio es un universo de posibilidades en donde existen reglas para el éxito, Algunas de ellas que ahora empiezan a volverse populares como estar centrado en el cliente, despliegue de una estrategia corporativa, Propuesta de valor basada en las necesidades del cliente, Modelo estrella organizacional, todas ellas apoyadas o soportadas por el método proyectual, más comúnmente llamado design thinking, y un conjunto de nuevas reglas contenidas en dos piezas de literatura, una de Steve Blank en los 4 pasos de la Epifanía y otra de Eric Ries en The Lean Startup