Hemos hablado del cambio, cambio ineluctable, ante el cual muchas organizaciones pretenden pasar de agache, mantener la ventaja competitiva simplemente desconociendo la evolución del entorno, manteniendo su propuesta de valor original, sir revisar la evolución del cambio, el cual es multidimensional, dimensiones expresadas en los productos sustitutos, los nuevos competidores, el cambio en las necesidades de los clientes, la nueva tecnología, los procesos y la esencia de la reingeniería y así muchas otras dimensiones.
Una de esas dimensiones del cambio esta intrínsecamente ligada a los costos, estos forman parte de nuestra propuesta de valor, cualesquiera que haya sido la posición estratégica definida para vincularnos con nuestros clientes y de todas formas nos pone en evidencia frente a nuestros competidores.
Dentro de los costos existen 3 posibilidades causales de ese impacto, unos muy conocidos como las economías de escala, y otros menos como las economías de alcance y las industrias con costos decrecientes. En la práctica se dan combinaciones de los tres, las cuales miraremos a continuación:
La Economía de Escala se refiere a una reducción en el costo promedio de la unidad elaborada de un bien o servicio, generalmente está asociada a una mayor producción del mismo y se da por el aumento de capacidad de producción y conlleva un aumento de las ventas, sin el cual lo producido adicional no tiene salida.
La Economía de Alcance se refiere también a la disminución del costo promedio de la unidad elaborada de un bien o servicio y generalmente se da por la utilización total o parcial de la cadena de producción uno o varios productos diferentes, pero esto también conlleva a un aumento de ventas de los nuevos productos y a un análisis profundo de las oportunidades adyacentes del negocio.
Los Costos Decrecientes normalmente se asocian a la evolución de la tecnología, quienes vivimos buena parte de nuestra experiencia en la industria de las telecomunicaciones sabemos bien lo que esto significa, pero esta característica no es solo del negocio de las Telco, otras industrias lo han sufrido, todas ellas asociadas al factor tecnológico y entre ellas avizoramos una que sufrirá grandes cambios: la industria energética en casi todos sus agentes, comercializadores, distribuidores, generadores y clientes actuando como generadores y prosumidores.
Por Prosumidores entendemos a aquellos clientes que realizan actividades adicionales con su conocimiento que agregan valor al producto o servicio y marcan las tendencias para el establecimiento de la propuesta de valor.
¿Qué hacer? Esta es la pregunta de muchas industrias. ¿Cómo se resolvió en Telecomunicaciones? La respuesta a este interrogante hace parte de la historia reciente de la industria que no hace más de 25 años era la tranquila telefonía fija y hoy es el hipersector donde confluyen el entretenimiento, la informática, las comunicaciones y el dinero, entre otros. Aprendizaje que costó muchos desarrollos que no fueron utilizados por los clientes porque al principio no se contó con ellos, caso de la tecnología RDSI (Red Digital de Servicios Integrados), con la que Steve Blank acuñó las teorías para su best seller The Four Steps for Epiphany y Eric Ries su no menos famoso The lean Start Up. Estos textos aunados a los de innovación del profesor Clayton Christensen son la guía para construir la respuesta, aún para el mundo de las telecomunicaciones.